Este martes por la mañana 01 de Septiembre, “Jimena” perdió un poco de fuerza mientras se movía con dirección norte-noroeste a cerca de 19 kilómetros por hora, un rumbo que se espera mantenga en los próximos días, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, en Miami.
Su vórtice se ubicaba a 225 kilómetros al sur de Cabo San Lucas, por lo que pasará a unos 100 kilómetros al oeste de la ciudad, pero lo suficientemente cerca como para hacer sentir su fuerza, con lluvias torrenciales, ventiscas y oleaje fuerte.
Los turistas huían de sus hoteles en la punta de la península mexicana, mientras que los residentes de las zonas bajas y barrios pobres se resistían a evacuar sus viviendas por miedo a ser víctimas de ladrones y ser despojados de sus pocas pertenencias; por el contrario otros se adentraban al mar para practicar surf con las grandes olas originadas por el huracán.
Policías y bomberos trataban de persuadir a unas 10 mil personas para que abandonaran sus chozas fabricadas con hojas de plástico, madera, cañas e incluso mantas.
También rescatístas de la Cruz Roja y el ejército mexicano se preparaban para brindar alivio en casos de desastre tras el paso del huracán. Dos aviones Hércules del ejército mexicano, cargados con suministros médicos, llegaron a la zona.
Verania Illescas
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