En el centro de la provincia afgana de Dai Kundi, un señor, montado en un burro, encontró a Lal Mohammad inconsciente en el suelo y sangrado desde las orejas y lo subió a su burro para llevarlo al hospital.
Ya en el hospital, lograron detener su derrame pero no pudieron encontrar una solución para las heridas que sufrío en su rostro así que decidieron mandarlo a Kabul para que recibiera un mejor tratamiento y ahí, después de 3 dias, Lal logró recuperar la consciencia y al darse cuenta de que a partir de ese momento va a tener que pasar la mitad de su vida sin su nariz ni orejas relato su historia.
Todo empezó el 20 de agosto cuando Lal se dispuso a votar en las elecciones de su país. Para esto, los terroristas habían amenazado a todo aquel que se acercara a las urnas pero el no hizo caso de los talibanes.
Por desgracia, cuando Lal iba en camino, se encotró con un grupo de estos terroristas, quienes al ver sus intenciones de llevar a cabo la democracia, explotaron su maldad para castigarlo. Uno se acercó con un cuchillo y le rebanó la nariz y otros atacaron sus orejas.
Lal Mohammad lamenta muchísimo haber ido a votar y más porque hasta la fecha los resultados de las personas, algunas víctimas, algunas sobrevivivientes, no son todavía claros y probablemente se tenga que hacer una segunda vuelta de votaciones.
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