domingo, 8 de noviembre de 2009

Sub 17 en casa.

La Selección Nacional Sub-17 regresó a la ciudad de México luego de quedar eliminada, para variar en penales, de los octavos de final del mundial de la especialidad en Nigeria. Nerviosos ante los medios, jugadores de la Selección infantil aceptaron que se quedaron ilusionados con avanzar a los cuartos de final, pero tomaron como "cosa de suerte" el haber perdido en la tanda de penales.

"Me quedé con las ganas de pasar a cuartos de final, estuvimos a dos minutos. También siento que el árbitro dio más de compensación y en los penaltis no se pudo", dijo el portero José Antonio González. Víctor Mañón, uno de los referentes de la Sub-17, también aceptó su tristeza y culpó al árbitro por agregar tanto tiempo de compensación. "Sentí mucho el tiempo que dio agregado y no creo que los penaltis sea un factor para que siempre nos derroten. Nos deja tristeza, aunque sabemos que cualquiera podía fallar", dijo el delantero.

Por su parte y con voz baja de resentimiento, el capitán Christian Álvarez aceptó lo que la suerte de los penaltis le deparó a su equipo.

"La verdad que pudimos ganar el partido y cualquiera puede fallar un penalti, esta vez fallamos nosotros y nos tocó perder", finalizó.

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