Viajar en metro siempre es toda una experiencia, no puedo decirlo de otro modo; mientras la gente se suele quejar y agobiar de dicho transporte, que sin duda sus razones tendrán, yo más bien prefieron vivir el momento; es decir, aprender algo de aquella travesía que podría parecer tan común.
Cuando viajamos en metro, comunmente pensamos en: si tenememos que correr, si vamos a caber, en que no este tan lleno, en fin en todos esos inconvenientes a los que nos hemos de enfrentar; pero me pregunto cuántas veces nos dedicamos a pensar en todo lo que podemos observar; ese es mi pasatiempo favorito.
El pasado jueves 22 de octubre, me regresé como de costumbre, en la llamada "limousine naranja" todo parecía perfectamente normal, llegué a centro médico y transborde hacía Indios Verdes, de pronto escuche a 4 hombres hablando, entre 35 y 40 años, al parecer se dirigian al metro la raza para quitar a alguien: "pero vamos todos, ¿dónde se ponen?" dijo uno de ellos; todo esto llamó mi atención, así que hice mi libro a un lado y volteé discretamente, eran de complexión robusta y uno de ellos llevaba un saco de seguridad del metro, los demás aparentemente civiles.
Al bajar, los seguí discretamente, para quien no conozca el metro de la raza cuenta con 4 salidas o más, salidas que ni yo misma conocí a pesar de viajar tan seguido hacia allá. Al salir me pude percatar que eran cerca de doce hombres en total, sólo que se encontraban en diferentes vagones. camine todo el túnel, iban a paso firme y apresurado, sin embargo unos cerca y otros ligeramente más lejos, cuando menos me di cuenta ya había perdido a los que iban hasta adelante y el que estaba justo frente a mí, dio la vuelta como si escapara de algo.
Pues bien, busqué en todas las salidas para ver si encontraba algo, pero al parecer todos se desvanecieron, mi teoría es que dado que estan desalojando los ambulantes de los metros, ellos eran los responsables de esto en dicho metro.
Lo cierto es que hace un tiempo estoy leyendo una novela de Connal Doyle, sí el famoso creador de Sherlock Holmes, quizá esto haya despertado mi instinto de detective.
Sólo recuerden que las cosas comunmente son más de lo que parecen, no pierdan la oportunidad de descubrir algo nuevo, de decirle algo al mundo, de investigar o ¿De qué se trata ser periodista entonces?
María Fernanda González Jiménez
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