Si eres de los privilegiados que aún mantiene su empleo, acaso valdría la pena que empieces a pensar como preservarlo y, en su caso, ¿Qué hacer frente a la eventualidad de perderlo?
El tema de hoy, como ya te diste cuenta, tiene que ver con la gravedad de la crisis, sus impactos y secuelas en el empleo y, por consecuencia, en la calidad de vida de millones de mexicanos.
Como sabes, una crisis económica --y sobre todo una global como la que vivimos--, pega de manera directa en el empleo.
Es decir, las economías se contraen, la demanda de todo tipo de productos se reduce, la producción de todo tipo de bienes cae y, por tanto, las empresas deben empezar a reducir su producción, con la consecuente caída de la demanda de mano de obra y, al final, el desempleo.
¿Cuantos mexicanos están ante la amenaza real de perder su empleo hoy o en los próximos días, semanas y meses?
El problema es extremo, porque a la crisis que vive nuestro país a causa de la recesión mundial y la crisis detonada en el vecino del norte, debemos sumar efectos demoledores como el de la pandemia de gripe y/oinfluenza, la crisis de inseguridad, la escasez de agua, la paralización del campo...en suma, una crisis general.
Por si hiciera falta, industrias fundamentales por el importante número de empleos que generan y porque arrastran a no pocos sectores, como las industrias “motor”, de la construcción o la fabricación de automóviles, están en sus peores niveles en décadas, lo que agrava la situación.
Frente a esa crisis, la caída en las fuentes de empleos debido a la caída en la demanda mundial de mercancías lleva a millones a una crisis familiar y personal que en no pocos casos se convierte en una verdadera tragedia.
Está claro que vendrá una respuesta del gobierno que pasará por dos variables fundamentales; el recorte presupuestal en todos los órdenes de gobierno --lo que llevará al desempleo de muchos burócratas--, y la implantación de nuevos impuestos.
Es decir, aquellos que podrán preservar su empleo, tendrán que pagar más impuestos, en cambio que el comercio informal deberá sumarse al pago de impuestos...al mismo tiempo, deberán existir nuevos programas de estimulo a los empleos, al tiempo que el gobierno recurrirá a un mayor endeudamiento...un círculo vicioso del que no será fácil salir.
¿Qué debemos hacer cada uno de nosotros, en la casa, la oficina y la escuela?
No quedan muchas alternativas. Una de ellas, cada día hacer mejor nuestro trabajo, cuidarlo, al tiempo que en toda la familia debemos diseñar formulas para estimular lo más posible el ahorro.
Y claro, recurrir a las redes familiares para la búsqueda de empleo, la instalación de un negocio, o el trabajo colectivo.
Sin duda que son millones los desesperados por la pérdida de su empleo, porque han pasado semanas y no existen posibilidades de reinstalarse...frente a esa situación, lo mejor es no perder la esperanza, buscar alternativas de otros empleos, incluso el autoempleo.
Y claro, mediante redes sociales como ésta, exponer nuestra experiencia para salir de la crisis.
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